El mando de garaje es un dispositivo que nos aporta un gran valor. Nos permite abrir la puerta de garaje a distancia, con comodidad y sin esfuerzo. Por eso es un elemento que casi todas las puertas de garaje tienen, tanto en garajes comunitarios como en garajes privados.

El mando emite una frecuencia que permite la apertura de la puerta automática del garaje. La comodidad de poder abrirla sin necesidad de bajas del coche, sin duda es su gran ventaja para muchos.

No obstante, en ocasiones puede fallar el mando y dejarnos tirados.

En el artículo de hoy te vamos a contar cuáles son los principales motivos que pueden provocar el fallo en el mando y cómo solucionarlos.

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Pilas agotadas

En estos casos, el mando de garaje no funciona, pero, al revisar las pilas, vemos que puede ser este el problema. Normalmente, las pilas en un mando pueden durar alrededor de 1 año con un uso normal. Aunque piensa que cuanto más lo utilicemos, más se gastarán las pilas. Así que depende principalmente del nivel de uso.

La solución es sencilla. Cambiar las pilas. Asegúrate de escoger la pila correcta, porque en el caso de las pilas de botón, hay más variedad.

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Mando desconfigurado

En este caso, el mando se enciende, pero no abre la puerta. A veces, los canales fallan y no todos los mandos se adaptan bien a ellos. En estos casos es posible que algún vecino o la propia comunidad, hayan cambiado el canal, desconfigurando así todos los mandos. 

La solución en estos casos es ponerse en contacto con el responsable de la puerta para que nos indique cómo podemos volver a configurar correctamente tu mando.

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Fallo o bloqueo de la señal entre el transmisor y el mando

Otra de las causas más frecuentes por las que un mando puede dejar de funcionar es por un fallo en la señal o la conexión entre el transmisor de la antena instalada en la puerta de tu garaje y tu mando.

Para solucionarlo, revisa la instalación de la antena, asegurándote que no hay ningún objeto que pueda dificultar la señal.

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Mando roto

Probablemente este sea el pero motivo de fallo. En ocasiones nos encontramos con que el mando enciende, pero no abre la puerta. Con el paso del tiempo, la mayoría de mandos acaban por estropeándose. Tarde o temprano una caída o el simple uso, dañará alguno de sus circuitos internos dejándolo inservible.

En estos casos, la solución es cambiar el mando y comprar uno nuevo compatible con nuestra puerta.